QBA COMPARTIR, GASTROBAR 2.0

Hablar de la buena gente, como es el caso de Abel Ferrandiz, nunca es complicado. Ver sonreír a alguien que ahora siente cada día para que sirve su trabajo y qué aporta con él a los demás, hace que nos transmita esa felicidad en la comida que presenta.  Y Abel ha redescubierto en Candelaria para qué sirve la gastronomía: para motivarse, ilusionarse y servir felicidad a quienes la disfrutamos.

Tras su experiencia lagunera, QBA Compartir vuelve al municipio donde todo comenzó y regresa a sus mismos orígenes con unos precios más asequibles, raciones bien presentadas y servidas con una forma de cocinar que ya empieza a ser propia y tangible. Además una apuesta por una gran variedad de vinos canarios y foráneos por los que, solamente se cobra añadido el descorche al precio del distribuidor.

Entre los snacks destacar la reinterpretación de un clásico – del que uno no se cansaría de repetir – como es el Rollito de papas, piña y costilla. De entre los entrantes podríamos citar la Mezcla de setas deshidratadas y frescas con mantequilla de ajo negro y Royal de Foie o el Salmón marinado con toques ahumados. Del mar, un plato que es ya clásico de la casa: Pulpo semifrito con verduras, que a Abel le traen sus amigos pescadores de El Tablado de Güimar, capturado como solo nuestra gente sabe hacerlo. Y como elección entre las carnes un Cordero prensado, cous-cous, yogurt y salsa de frambuesa.

Como colofón, y ya en el momento dulce, una reinterpretación de cítricos en forma de bizcocho de Maracuyá con un cremoso de chocolate blanco de limón y de chocolate con Maracuyá, naranja pomelo, crema de mango y un merengue helado de naranja hará de esta visita una buena excusa para comer a pie de playa, en pleno paseo marítimo de Candelaria.