Convertidos en una seña de identidad de la cultura gastronómica canaria, los guachinches de Tenerife son esas bodegas de campo donde quedar con los amigos para probar el vino de propia cosecha
El menú, sencillo, sabroso y de la tierra, está diseñado para acompañar estas catas informales



Se trata de una bodega que elabora su propio vino y ofrece unos pocos platos de comida para poder degustar y acompañar, como queso fresco y fabada a modo de entrantes y carnes a la brasa (churrascos, pollo y espada de cerdo) con unas deliciosas papas fritas para acompañar como plato principal.
De bebidas solo disponen de vino de la casa, agua o refresco y no ofertan postres, café ni ningún otro tipo de comida o bebida, al más puro estilo de los guachinches de antaño.