La sumiller Erika Sanz se incorpora al restaurante Etéreo By Pedro Nel
Pedro Nel Restrepo, chef del restaurante santacrucero (Dos Soles Repsol, Recomendado Guía Michelín), anunció esta semana que la profesional de la Sumillería Erika Sanz, con amplia trayectoria en esta faceta tan relevante de la Sala, ha aceptado la propuesta de formar parte del Equipo en una nueva etapa que define como “ilusionante”. Sanz aseguró que conformará un excelente tándem con la directora de Sala Olga Esanu.
Prácticamente a modo de noticia futbolística, el chef Pedro Nel Restrepo confirmó el ‘fichaje’ de Erika Sanz como sumiller del restaurante (Mejor Restaurante Premio Diario de Avisos, así como de la Guía Qué Bueno). La campanada en estos primeros compases de enero tomó forma con la incorporación de Sanz a la que Restrepo confiará la gestión de una extraordinaria bodega (más de 300 referencias) y en el desempeño ante los clientes del espacio gastronómico santacrucero.
“Ambos estamos muy contentos; hemos hablado mucho y es que, además, Pedro y yo nos conocemos desde hace más de dos décadas. Somos amigos y antaño hemos trabajado juntos en dos etapas, por lo que a la hora de valorar y meditar todo hemos barajado muchos elementos en común. Personalmente venía de una temporada de descanso y la decisión la tenía prevista para después de las fiestas, ya que deseaba pasar la Navidad junto a mi madre, algo que no se producía desde hace muchísimos años”.
El papel de la sumillería en Canarias ha vivido distintos momentos, algunos de verdadero realce y otros quizá más en la penumbra. Hoy parece que vive el mejor instante y estos profesionales expertos del vino son muy demandados e imprescindibles como así lo entiende particularmente el propio Pedro Nel Restrepo.
A propósito de esta filosofía, Erika Sanz considera que “la sumillería es primordial, más todavía en un restaurante gastronómico del corte de Etéreo; hoy más que nunca resulta necesaria esta figura, de las más importantes, porque si vas a pedir un vino por copas elegido de ‘cualquier manera’, por ejemplo, éste no colmará las expectativas del comensal y repercutirá en el trabajo de la cocina y en la sensación en general que vamos a llevarnos del establecimiento. No se puede perder en la mesa lo que tanto ha costado en la cocina”.
“Por cierto que hablando de copas –pone de relieve la sumiller-, estoy enamorada de las que tenemos en Etéreo. Realmente me siento motivada para iniciar este proceso fantástico que, hay que decirlo también, ha sido muy meditado”.
Sanz manejará una bodega modélica y eso también es todo un desafío para esta profesional de la Sala que cuenta con una dilatada experiencia en el mundo del vino.
Un refuerzo esperado
“Pedro me ofrece esa libertad para manejar todo ese privilegio en referencias; son muchos años como sumiller y la confianza mutua hace que pueda desarrollar mis criterios a la vez que puedo sincronizarlos con la directora de Sala, Olga Esanu, encantadora como persona y extraordinaria profesional. Intuyo que vamos a completar un excelente tándem”.
Erika Sanz elogia al equipo de Etéreo, con Camilo Galindo al frente de la cocina, y Olga Esanu en la atención a los clientes. “Me siento muy contenta con la decisión y, además, en esa otra vertiente de lograr los mejores maridajes o armonías con las especialidades de Pedro Nel y en las que hay que rayar a cotas muy altas”
“La propuesta culinaria es maravillosa con esas carnes, los pescados que trabaja, el surtido de quesos … por no hablar de los destilados de los que dispone. Formidable”, indica Sanz.
Espacio gastronómico de referencia
Otro aspecto, y reto, es la capacidad de Etéreo de completar aforo de lunes a domingo. “He intercambiado impresiones con Pedro y me destacaba esta particularidad que constituye otro reto más y que me parece apasionante”.
A la invitación para lanzar un mensaje a la juventud que aspira a oficiar como sumilleres en un futuro cercano, Erika Sanz considera que, además del esfuerzo y la dedicación, está la pasión pero la responsabilidad de una tarea muy exigente. Nunca se debe dejar de aprender porque siempre hay vinos nuevos; hay que estar al día en catas, visitas a bodegas, conversar con los clientes.
“Hay que tener en cuenta –destaca- que somos partícipes de la felicidad de las persona que se sientan en nuestra mesa. Además, nuestro campo de acción también atañe a los quesos, las cervezas, las infusiones, el café, los destilados. Un mundo apasionante que hay que acometer con la máxima preparación y actitud”.