La cerveza es una bebida fermentada hecha a partir de cualquier cereal germinado y tostado (lo que denominamos malta) que es macerado y después cocido. Tiene básicamente cuatro ingredientes (pero se le pueden añadir infinidad de ingredientes más, desde flores, pasando por especias, fruta, leche, miel, café, cacao, miel…). Estos cuatro ingredientes principales son: agua, malta, la flor del lúpulo que es lo que le da a la cerveza su característico aroma y amargor además de actuar como un poderoso conservante natural y la levadura que es lo que se encarga de transformar en alcohol el azúcar que existe en el mosto de la cerveza.
Existen dos grandes clases de cerveza según la levadura que utilicen. Por un lado tenemos las lager cuando la levadura al fermentar se va al fondo del fermentador y las ales cuando la levadura va hacia la superficie. Aunque existe un tercer tipo de cerveza que son las lámbicas, en la que la fermentación se produce de manera espontánea y por hongo que está en el ambiente de la fábrica que las elabora.
Los restos más antiguos de lo que podemos considerar cerveza en Europa datan aproximadamente del año 2500 a.C y se encontraron en el Valle de Ambrona en Soria. Se encontró una tinaja en una tumba que tras analizarla se descubrió que había servido para albergar una bebida fermentada hecha a base de trigo y con una graduación alcohólica de entre los 6`5 grados y los 7. El hecho de encontrarse en una tumba sugiere que esa bebida tuviese algún carácter ritual y que estuviese reservada solo a una élite.
Los celtas tomaban también una bebida hecha a base de trigo a la que llamaban “Caelia”, que viene a significar algo así como “que se ha hervido”. Los pueblos cántabros también tenían su propia cerveza con una receta muy similar a la Caelia celta a la que llamaban Cythos y que especiaban con hierbas. Sin embargo existe una cierta controversia respecto al Cythos porque hay historiadores que consideran que más que una cerveza primitiva se trata de un antepasado lejano de la sidra más propia de los astures. Sin embargo en las épocas posteriores debido a que los romanos y los musulmanes la consideraban una bebida inferior su fabricación y consumo pasa a ser prácticamente testimonial y no se tienen apenas registros.
Tuvimos que esperar hasta la Edad Media para que en nuestras tierras se retomara la elaboración de cerveza, aunque en aquellos tiempos la bebida que hacíamos destacaba por una muy mala calidad. No fue hasta el reinado de Carlos I de España (y Quinto de Alemania) que a su llegada a nuestro país no estaba dispuesto a abandonar su bebida y se trae a su cervecero personal. Este hecho, aparentemente trivial, supuso un acontecimiento clave para la futura historia de la bebida en nuestro país. Bien es cierto que en España se consumía desde tiempos muy remotos un producto de características similares, fabricada por los naturales y denominada servicia; pero será realmente el emperador quien termine por introducir la bebida tal y como hoy la conocemos. Fue precisamente este rey el que fundó en Madrid, en el río Manzanares, la real fábrica de cerveza. Eligió esta ubicación por la gran calidad que el agua de este río tenía en aquella época (cosa que actualmente parece impensable). Desde este momento y hasta nuestros días la producción de cerveza en España no ha parado, a pesar de que en sus orígenes tuviera fama por su mala calidad.
Durante muchos años la cerveza era considerada una bebida de campesinos, pues las clases nobles y adineradas bebían principalmente vino. No fue hasta la boda de Carlos II que estas clases privilegiadas se acordaron de la existencia de esta bebida poniendo un impuesto a su venta y fabricación.
No ocurre nada más destacable en nuestro país hasta los inicios del siglo XX que es cuando se inicia el cultivo de la flor de lúpulo, es aquí cuando inicia su explosión y su gran expansión que culmina hoy en día. A principios del siglo pasado la capital Madrid contaba ya con seis fábricas de cerveza. Poco a poco su elaboración y consumo van mejorando, pero la Guerra Civil Española hace que todo eso se vaya al traste. No fue hasta los años 60 con una nueva generación ya cuando el consumo y elaboración se empiezan a recuperar. A partir ya de esta década el consumo y el número de productores no deja de aumentar.
De hecho en la actualidad somo el décimo mayor productor de cerveza a nivel mundial y ocupamos el puesto 12 en consumo.
Jesús Hernández Arteaga
Técnico Superior en Restauración
Profesor de Servicios de Restauración en el IES Jandía, Fuerteventura. Profesor Técnico de Formación Profesional, Consejería de Educación del Gobierno de Canarias.