Copla de ánimas tradicional canaria.
En torno a esta fiesta se ingerían los frutos propios de esta época del año, es decir castañas, nueces y manzanas del país, se pasaban higos y tunos a los que se introducían almendras o se elaboraban platos más complejos como el queso de almendras e higos o frangollo, que se acompañaban con buches de anís, ron miel o vino dulce del país, puesto que además de hacer más llevadero el frío otoñal alegraban el espíritu que correspondía a una fiesta como ésta y que debiera ser en ausencia de las bebidas espirituosas, triste y melancólico.En fechas posteriores y en muchos lugares de nuestro Archipiélago se salía a la calle con los Ranchos de Ánimas al son de cantos por los barrios y pueblos, solicitando y recogiendo limosna al objeto de encargar misas por los difuntos del pueblo. Los dirigían los rancheros, que o bien eran elegidos por sus vecinos o heredaban el cargo de sus antepasados. Esta tradición en Canarias se remonta al siglo XVI cuando muchas parroquias la adoptaron como muestra de la devoción por las Ánimas del Purgatorio y entronca con la española costumbre de la época de las Cofradías de las Ánimas, formadas por gentes del pueblo, agricultores en su mayoría. Con el paso del tiempo la fiesta de los finaos pasa a tener un carácter lúdico y festivo, acompañándose de parrandas que amenizan la misma y con la presencia de ventorrillos y bailes de taifas, celebrándose la misma en numerosos pagos y pueblos de nuestra geografía insular. Es de desear que tradiciones anglosajonas como el Halloween que a su vez fueron introducidas por los celtas no nos priven de compartir la alegría en torno a timples, bandurrias y guitarras, en ventorrillos donde encontrar productos de nuestra tierra que acompañen a nuestros grandes vinos y a nuestras mistelas y licores, para de este modo y manera recordar los buenos ratos que en vida compartimos con nuestros difuntos, esos finaos a los que como cantan los Ranchos de Animas “Con la puerta abierta, la luz encendida, así se reciben las de la otra vida”.
POESÍA DE LOS FINADOS
Autor Desconocido
El día de los finados, en tiempos de mis abuelos, la gente comía castañas, juntitos, detrás de un fuego. Yo no sé que pasa ahora, si es que no saben igual, porque, en vez de las castañas, la gente se pone disfraz. Yo, el antifaz me lo pongo cuando salgo a vacilar el día que celebramos nuestro querido carnaval. Las brujas esas de afuera que nos quieren endosar que las adoren los que quieran pero búsquense otro altar. Si seguimos de esta guisa tendremos que celebrar el día 4 de julio el martes de carnaval. Todo esto que les digo lo hago con mucho apuro, porque sé que los americanos pincharon mi disco duro. Yo sigo con mis castañas en día tan especial recordando a todos los seres que con nosotros ya no están. La varada del pescado, Beñesmén en Guayadeque, la suelta del perro maldito o la rama en Agaete. Estas y otras muchas son las fiestas que debemos celebrar y, de paso, a nuestros hijos la tradición inculcar. Las brujitas esas yankis quién las quiera festejar, que coja un barco y lo haga … al otro lado del mar.Alfonso López Torres
Coordinador Gastro, vino y agro ABC Canarias
Hasta Julio de 2018 ha sido el Director Gerente de las DOPs Islas Canarias e Ycoden Daute Isora, así como de la Asociación de Viticultores y Bodegueros de Canarias (AVIBO). Igualmente ha desempeñado el cargo de Director General del Instituto Canario de Calidad Agroalimentaria (ICCA) y del Instituto Canario de Investigaciones Agrarias (ICIA) en el Gobierno de Canarias. Articulista en numerosos medios de comunicación del Archipiélago, tanto digitales como escritos, siendo colaborador fijo de El Día y La Opinión de Tenerife y de diversos blogs, así como también participa y colabora en numerosos medios radiofónicos, en tertulias y espacios de opinión.