El 12 de febrero se celebra el Día Internacional de la Fabada.
La fabada es el plato típico de Asturias, pero su difusión es tan grande en la península ibérica que forma parte de la gastronomía de España más reconocida y es que, incluso, se considera según ciertos autores una de las diez recetas típicas de la cocina española.
La tradición de la fabada asturiana viene de antiguo: habría que remontarse al siglo XVI para rastrear el origen de la materia prima principal de uno de los platos estrella de la gastronomía española.
Este delicioso plato de cuchara, que se sirve caliente, resulta, muy nutritivo y saludable, en donde las alubias o fabes es el principal ingrediente. Pero la fabada, además de legumbres también precisa de compango, que incluye diferentes piezas de carne sobre todo procedente del cerdo.
Uno de los productos más sabrosos y de alta calidad es el compango de la fabada, un combinado de variedades cárnicas saladas: chorizo y morcilla ahumados, panceta ahumada y punta de jamón especialmente concebido para la preparación de este guiso y que aporta personalidad propia a estas recetas. Es, por tanto, el responsable tanto del sabor como del color.
Y precisamente las características únicas de cada uno de estos ingredientes es lo que hacen único a este plato. Unas características indispensables para hacer una auténtica fabada.
La morcilla del compango con sabor a Asturias es negra. Es muy característico en este caso la fuerza del sabor. El ahumado y la cebolla son las responsables de esos matices que cualquier paladar es capaz de distinguir. La morcilla suele ser un ingrediente que se añade al final para evitar que se desmenuce en la receta.
Al igual que sucede con la morcilla, el sabor del chorizo del compango es muy marcado, lo mismo que su color. En este caso la incorporación de este elemento, también ahumado, se realiza mucho antes que la morcilla.
Y, por último, la panceta ahumada y la punta de jamón serán los elementos que completen el compango y sin los cuales el plato es impensable. Unos ingredientes cuya función es dotar al plato de consistencia.
¡Celebra el Día de la Fabada probando uno de los platos de “cuchara” más sabrosos de la cocina española!