Pondremos aceite suficiente a calentar en una sartén grande y añadiremos los ajos para que se frían. Tenemos que ir con cuidado de que no se quemen, para que no amarguen el resultado final.
Añadimos el perejil y lo dejamos hacer ligeramente.
Agregamos el bacalao y lo removemos todo mientras cuece a fuego medio.
Si nos parece que es necesario, mejor bajar su intensidad para que no pegue el bacalao a la sartén.
Cuando el bacalao esté hecho, vamos añadiendo cucharadas de harina y removiendo, contad alrededor de unas 5 o 6, tiene que quedar una masa compacta. Por último, agregamos la leche y removemos hasta que la masa de croquetas se la beba completamente.
Dejamos enfriar bien la masa. En este punto pueden congelarse, o guardarse en la nevera de un día para otro.
Después, vamos haciendo las croquetas, las pasamos por harina, las freímos con abundante aceite caliente y las colocamos sobre papel de cocina para que absorba el aceite sobrante.