Comenzamos preparando la gelatina siguiendo las instrucciones del fabricante.
La vertemos sobre dos o tres moldes para que gelatinice en una capa fina y sea más fácil de trocear o desmenuzar para el emplatado y cuaje más rápido.
En cuanto se haya atemperado, la pasamos a la nevera y dejamos que tome cuerpo durante un mínimo de dos horas.
Mientras tanto preparamos la crema de yogur. Para ello montamos la nata, que habrá de estar muy fría. Cuando comience a espesar incorporamos el azúcar glas y seguimos batiendo.
Por último añadimos el yogur griego, removemos con suavidad y transferimos la crema a una manga pastelera. Dejamos enfriar en la nevera hasta el momento de servir.
Cuando llegue el momento de servir el postre, chafamos la gelatina con un tenedor y cubrimos la base de cuatro vasos con una capa de un centímetro aproximadamente.
Rellenamos con la crema de yogur y coronamos con tres frambuesas por vaso.
Con un cuchillo afilado afeitamos el chocolate y decoramos cada vaso con unas virutas y unas hojas de menta (opcional).