La revista ‘National Geographic’ ha publicado un artículo titulado «Cómo comer en los seis lugares más impresionantes del mundo» y uno de esos grandes lugares se encuentra en las Islas Canarias, concretamente en la isla de Lanzarote

Para National Geographic en el Restaurante el Diablo de la isla de Lanzarote, la comida se cocina con el vapor sobrecalentado que escapa de la chimenea de un volcán activo en el Parque Nacional de Timanfaya.

Creado en 1974, el parque gira en torno a las Montañas del Fuego, en un desolado paisaje volcánico que bien podría pasar por Marte. La zona se consideraba un páramo estéril hasta que las autoridades del parque crearon un centro de visitantes, rutas de senderismo, una ruta de mototurismo y el restaurante de la cima de la montaña.

Construido con piedra basáltica arrojada por esas erupciones, el asador al aire libre de El Diabloasa carne y marisco a temperaturas de entre 450˚ y 500˚ grados centígrados. Además de estas delicias tan carnívoras, el restaurante circular sirve platos típicos de la isla, como papas arrugadas con salsa de mojo elaborada con papas bonitas y papas negras cultivadas en Canarias. Los dulces incluyen un postre en forma de cono de ceniza llamado Volcán de Lanzarote, hecho con chocolate, miel, almendras y gofio local.

Concretamente, el restaurante está ubicado en el Islote del Hilario, un lugar único ya que es desde donde mejor se percibe la actividad geotérmica del subsuelo. A tan solo 15 metros de profundidad la temperatura puede llegar a los 600 grados. Es por ello que el restaurante está diseñado a través de la innovación para poder adaptase al ambiente natural que le rodea.

A pesar de su ubicación en lo alto de la montaña, es fácil llegar a El Diablo por la carretera LZ-67 desde cualquier otro punto de Lanzarote.El aparcamiento está justo fuera y sólo hay un corto paseo cuesta arriba.

Después de comer, una propuesta interesante es recorrer los nueve kilómetros de la Ruta de los Volcanes o quemar calorías recorriendo el sendero de Tremesana, de 5 km, que rodea el pequeño volcán del mismo nombre, o el sendero de la costa, donde la lava se encuentra con el mar.

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