El conocido restaurante Lajar de Bello (Arona, Tenerife) se renueva con un nuevo chef, Iván Pozo, evolucionando su cocina canaria hacia elaboraciones más contemporáneas
Bajo el mando de Alejandro Bello, su propietario e inspirador, la carta propone un recorrido atlántico por la alta tradición de la familia reinterpretada, el clasicismo puesto al día y platos más creativos
La nueva carta cuenta con materias primas de alta calidad provenientes de productores, pescadores y ganaderos de proximidad y sostenibles
Alejandro Bello, conocido empresario de la restauración y prohombre de la gastronomía en Tenerife, ha decido dar un paso adelante con su afamado restaurante el Lajar De Bello (La Camella, Arona), con la entrada de un nuevo chef, Iván Pozo, formado con Diego Schattenhofer y llegado desde el MB Abama**.
El restaurante, en el que están involucrados su mujer, la jefa de Sala Vanessa Capote, y su hijo, el sumiller Alejandro Bello Jr, ha sido desde su apertura hace 13 años referente en el gran producto local y en los sabores canarios de suave evolución, senda que ahora, en 2023, se abre para, junto al mencionado chef Iván Pozo, caminar hacia una culinaria que, partiendo de la tradición, de las enseñanzas culinarias de su madre y del territorio canario, se adentra en elaboraciones más complejas y con toques de autor.
Bello, que posee cuatro restaurantes más de corte popular y gran éxito en Arona, completa así la renovación del restaurante hacia horizontes más contemporáneos.
La propuesta de Lajar de Bello propone en esta nueva y excitante etapa una experiencia gastronómica que se mueve entre la vuelta de los grandes platos clásicos reinterpretados, el homenaje a las bien conocidas recetas de su madre Rosario actualizadas y nuevas propuestas de cariz más creativo.
Como denominador común, una exigente selección de materias primas de alta calidad (marca de la casa desde siempre) provenientes de productores, pescadores y ganaderos de proximidad y sostenibles.
El renovado Lajar de Bello, cuya ideología impresa por Alejandro desde su apertura en 2010 siempre estuvo en la culinaria de mercado, se posiciona firmemente ahora, pues, en los sabores atlánticos con altos matices canarios de estricta temporada, la memoria evolutiva y la creatividad fina a partir de la expresión de los mejores productos locales, grandes materias primas de España y un servicio de alto nivel.
Sin olvidar sus arroces, que son fama, asesorados técnicamente por el gran chef e investigador barcelonés Toni Botella.
PLATOS QUE ALEGRAN LA CARTA EN EL OTOÑO 2023
Entre los entrantes, musts como la ensaladilla de papa antigua de Tenerife, la burrata de Gran Canaria ahumada con compota de tomates asados o la croqueta de tomate y queso de cabra. Y novedades: ensalada de kata de tomates ecológicos y aguacate de Tenerife; cocktail de frutas tropicales de temporada como un gazpacho con ron oro y su toque marino; las verduras ecológicas de temporada salteadas del ‘Ramonal’ de Antonio; el tiradito de medregal o lubina con su mojo líquido de cilantro; la trilogía de túnidos canarios (tartare, escabeche, tataki); la vieira grillada sobre tricolor de coliflor; o la gamba canaria al natural con majado de caña santa, musgo y códium.
Entre los “clásicos que vuelven”, el steak tartare de solomillo ‘à l’ancienne’; el foie gras de pato sobre tostada de pan de maíz triple fermentación con reducción de guarapo; el solomillo Rossini; o la paletilla de cordero lechal a 65º 16 h terminada al horno.
No falta el “Homenaje a mi madre Rosario” puesto al día: empanadillas de conejo en salmorejo; rejo de pulpo a la brasa con roto de papas antiguas, mojo artesanal y nuestro vinagre macho; ropa vieja de cabra; costillas con papas, piña y su cilantro al mortero; o cazuela de pescado local del día y su escaldón de gofio.
Grandes pescados y carnes, como siempre, tratados con el mayor mimo: lomo de cherne al grill acabado con ajo frito y cilantro; lomo de vieja con crema de rancho canario y mojo verde; gran lubina atlántica Aquanaria con su pilpil de agua de lapas y boniato asado; solomillo de añojo a la brasa y su guarnición; jarrete de cordero a baja temperatura, su demi-glace y cremoso de chirivía y apionabo; pluma ibérica, huevo frito con puntillita y el adobo del chef; panceta de cochino canario lacada con teriyaki de piña asada y fluido de papa negra; o corte especial de carne premium.
Y, por supuesto, los arroces: el caldoso de pescado y gambas; la paella de ibéricos; la de verduras frescas de temporada; la de pescado y sepia; y el arroz del maestro.
Para acabar, postres de alta tensión y muy afinados: huevos mole con su gofio y savia de palma; lingote tropical sobre bizcocho de albahaca y velo de parchita; sopa de chocolate blanco y coco con cristal de maracuyá; esponja de limón, granizado de vainilla y espuma de mango; el tiramisú en cafetera; la tarta cremosa de quesos; los “Recuerdos de mi pueblo y su trago”; o la “Experiencia eno-láctica”.