Se elabora con el método tradicional y un envejecimiento mínimo de cinco años en botella a partir de malvasía volcánica, procedente de cepas prefiloxéricas de 40-60 años cultivadas bajo manto de ceniza volcánica
Fue el primer vino espumoso que se elaboró en Lanzarote, en 1989, gracias a la casualidad. Desde entonces ha demostrado estar al margen de los clichés.
Es Brut Nature Reserva 2018, de El Grifo, que sorprende por su personalidad y la historia que cuenta, la de La Geria.
Su origen fue accidental dado que en 1986 surgió un ‘problema’ con una partida de vino semiseco que refermentó y, por tanto, provocó que saltaran los corchos.
El primer vino espumoso de Lanzarote demostró el potencial que tenía la variedad, malvasía volcánica, para este tipo de elaboración.
A partir solo de los mejores racimos de una única añada de malvasía volcánica procedente de cepas prefiloxéricas, cuya edad es de 40-60 años y cultivadas bajo manto de ceniza volcánica, se elabora de manera tradicional siguiendo el método tradicional y con un envejecimiento mínimo de cinco años en botella. El frescor de la añada se maximiza gracias a los degüelles por partidas de 2000 botellas, manteniendo por períodos más largos con sus lías el resto de la partida. Además, este vino espumoso llega al mercado de manera progresiva con el objetivo de mantener su frescor.
Merecedor en 2021 de la medalla de oro en el certamen mundial de vinos extremos, CERVIM, Brut Nature Reserva 2018 destaca por su burbuja fina y aroma intenso, limpio, con notas de fruta fresca y flores blancas, y gracias a la crianza sobre lías, con matices de panadería. En boca es fresco, fino y elegante.
Demuestra ser un vino con alma, que narra la historia de las parcelas de donde procede la uva, en el caso de la añada 2018, solo los mejores racimos fueron seleccionados en Tiagua, Testeina y Masdache.
Y es dicha historia la que permite poner en valor el trabajo de los viticultores conocedores de los rasgos diferenciales del cultivo en la isla y comprometidos con el cuidado de la viña.
Gracias a su trabajo perdura la personalidad que aportan los suelos volcánicos de Lanzarote, que no se encuentran en ningún otro lugar.
Gracias a ellos se disfruta ya de esta nueva joya que es Brut Nature Reserva 2018.