En 2020 se consumieron en los hogares españoles cerca de 15.000 toneladas de este popular alimento, que constituye todo un referente de la gastronomía española

El consumo de croquetas crece un 9,4%

Deliciosas, versátiles y fáciles de preparar, las croquetas siguen siendo uno de los platos más populares de la gastronomía española. Prueba de ello es el importante aumento en el consumo en el hogar que este tradicional alimento experimentó en 2020, cuando se incrementó en un 9,4%.

Los datos que ofrece la Asociación Española de Fabricantes de Platos Preparados (ASEFAPRE) reflejan la popularidad de este plato, que durante el pasado año experimentó un importante aumento del volumen de toneladas vendidas únicamente en el sector hogar de la distribución organizada, llegando a alcanzar las 14.691 toneladas en 2020 frente a las 13.393 de 2019.

Las croquetas siguen siendo una opción ideal para las cenas en familia o con amigos, ya que poseen una inmensidad de variedades que se adaptan a prácticamente todos los gustos. Una de las bases de su popularidad radica precisamente en su amplia y diversa capacidad de innovación, que año tras año, no deja de crecer. Si el año pasado el sector sorprendía con la introducción de variedades elaboradas a base de superalimentos como la espirulina y la guaraná, este año también se apunta a las últimas tendencias de desarrollo de productos ‘plant-based’ o elaborados 100% a base de productos vegetales, un mercado cada vez más en alza. Para poder satisfacer las necesidades de este tipo de consumidores, que demandan productos sin carne, pero con el máximo sabor, las compañías innovan para desarrollar croquetas elaboradas a base de proteínas vegetales, de trigo y soja texturizados, que imitan la textura de la carne y son aptas para vegetarianos y veganos. 

Estas últimas propuestas basadas en alternativas 100% vegetales se unen a otras elaboraciones que ya estaban presentes en el mercado, -espinacas y queso de cabra, setas, verduras y queso de cabra, remolacha y gorgonzola, patata, pimiento…– o productos del mar -atún y piquillo, marisco, merluza y gambas, bacalao, chipirones en su tinta, gambón… También destacan las propuestas ‘fusión’, como las croquetas de tortilla de patata, bacalao y ajoarriero, de calabaza y parmesano, de pollo y curry, de arroz negro y alioli o de cochinillo y manzana, y las que dan un paso más atrevido como las croquetas de gin-tonic, de frutas exóticas o afrodisíacas. Todas ellas conviven con las croquetas más clásicas basadas en la cocina de aprovechamiento -cocido, rabo de vacuno, pollo, jamón, morcilla…

En este sentido, Álvaro Aguilar, secretario general de ASEFAPRE, destaca que “este sector cuenta con un amplio abanico de soluciones que permiten dar una respuesta a los diferentes gustos y necesidades de los consumidores, lo que favorece la innovación del sector a través de la identificación de nuevas materias primas e ingredientes, innovadoras formulaciones o nuevos procesos de elaboración. Todo ello da como resultado productos con nuevos sabores y conceptos, adaptados a los gustos de cualquier consumidor”.

Además de ofrecer una amplia variedad de sabores, el sector también se ocupa de desarrollar productos adaptados a las diferentes necesidades de los consumidores, elaborando variedades sin gluten o sin lactosa.

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