La miel de palma, obtenida de las palmeras, es un alimento único tanto por su sabor como por su composición nutricional. ¿Qué tiene de especial esta sustancia para que sea «mejor» que la miel de abeja? Es uno de los buques insignia de la cocina de La Gomera y sin embargo, aún entre los canarios, la miel de palma resulta a veces desconocida.
El estudio realizado por los profesores de la Universidad de la Laguna, Alberto Castilla y Pedro Abreu González, muestra que las propiedades nutricionales de la miel de palma son mejores, incluso, que las de la miel de abeja. En concreto, dicha concentración es mucho mayor en elementos como el calcio, cobre, fósforo, especialmente el potasio o el zinc, que no se encuentra en la miel de abejas. Tampoco es de extrañar, pues casi todos los análisis muestran que las mieles de caña o de origen vegetal son nutricionalmente más completas.
Este alimento obtenido a partir de la savia de la palmera canaria (Phoenix canariensis) es del todo natural, riquísimo en azúcares y oligoelementos, así como en otros minerales. De hecho, un reciente estudio muestra que es incluso mejor que la miel de abeja. ¿Qué tiene de especial tan magnífico alimento?
Para poder recogerla, los guaraperos trabajan durante días, tras otros tantos meses de preparación y cortan los brotes nuevos de las hojas de palmera y el cogollo. El proceso deja lista a la palmera para que expulse el guarapo, el cual se recoge con una canaleta. Cada día, una buena palmera puede dar en torno a los doce litros de guarapo. Cuanto menos irrigadas por el agua, mejor será la calidad del guarapo, pues más concentrada estará la savia. La técnica usada en la Gomera permite conservar las palmeras, las cuales se dejan recuperar después, de manera que no hace falta acabar con la planta.
Una vez obtenido el guarapo, que se recoge tradicionalmente por la mañana, se hierve casi en el mismo momento ya que si no comienza a fermentar debido a lo rico de su composición. Al hervirlo, se concentran las sustancias que contiene, especialmente lo azúcares, de manera que los microorganismos no pueden actuar. Además, esto provoca que el guarapo pase a ser la miel de palma, dulce y rica. Para hacernos una idea, por cada ocho litros de guarapo se obtiene uno de miel. Una vez cocinado, solo hay que envasarlo.