La visita a Destilerías Arehucas, la bodega de añejamiento de ron más antigua de Europa, ofrece una gran experiencia sensorial
La estatua de Alfredo Martín Reyes recibe al visitante a la entrada de las Destilerías Arehucas, en Arucas (Gran Canaria). Don Alfredo reabrió en 1935 la vieja Fábrica de San Pedro, inaugurada en 1884, pero esta vez dedicada en exclusiva a la elaboración de ron. Hoy en día, Don Alfredo, desde su pedestal, parece mostrarse orgulloso de su legado, convertido en un referente internacional de la cultura del ron. De hecho, estas instalaciones albergan la bodega de añejamiento de ron más antigua de Europa
Esta bodega de envejecimiento es de hecho un verdadero templo del ron y de la cultura ligada a esta bebida, que hermana a Gran Canaria con el Caribe. Al entrar te envolverá el aroma a madera, historia y aguardiente que desprenden las 4.308 barricas de roble blanco americano. Además, cerca de trescientas están firmadas por personalidades mundiales de la cultura, el deporte y la política que en algún momento se han desplazado hasta Arucas para ver de cerca el lugar de donde salen cada año tres millones y medio de botellas de ron, el equivalente al agua que cabe en una piscina olímpica.
Entre los que han estampado su firma sobre las barricas se encuentran el futbolista Johan Cruyff, el cantante Tom Jones, los tenores Plácido Domingo y Alfredo Kraus, la soprano Montserrat Caballé, el Premio Nobel de la Paz Willy Brandt o el ajedrecista Anatoly Karpov, entre otras muchas celebridades. Te puedes tomar tu tiempo para descubrir más, seguro que te sorprenderás.
Uno de los atractivos del recorrido consiste en que el visitante puede seguir el proceso de producción del ron y dejarse envolver por el ambiente de una empresa que combina la tradición con la modernidad. Por uno de los pasillos te puedes encontrar, por ejemplo, con Manolo Viera, que presume de ser el empleado más antiguo de la fábrica. Su hijo forma parte de la segunda generación de trabajadores de Arehucas de su familia.
Tras más de cuatro décadas de experiencia concluye que “si hay caña, hay ron”.
Y no le falta razón a Manolo, pero el proceso que hace posible obtener un producto de primera calidad entraña su complejidad. La joya de la corona de Destilerías Arehucas, el ‘Capitán Kidd’, es el único ron que embotellan directamente de unas barricas en las que permanecen desde 1983. También podrán contemplar los toneles en los que descansa y envejece este dorado elixir hasta convertirse en una cotizada pieza para cualquier amante del ron.
Una de las paradas más impresionantes del recorrido se produce ante la espectacular destiladora, una especie de vanguardista escultura de acero y cobre donde en realidad se sustancia el proceso de destilación. El jugo ya fermentado entra en la primera columna, la de acero, donde es llevado a ebullición antes de entrar en la columna de cobre, donde aumenta su grado alcohólico y se eliminan las impurezas no deseadas para obtener el aguardiente ideal.
La zafra y la molienda de la caña de azúcar de la plantación que pertenece a la destilería suele coincidir con el inicio de la primavera. Durante esta época se puede ver -y oler- la maquinaria y el molino en funcionamiento, un atractivo añadido.
El pasado y el presente se mezclan constantemente, con la misma capacidad de combinación del ron. El viejo edificio original ha sido restaurado para mejorar la eficacia energética y adaptarlo a las visitas, y también se ha restaurado la vieja chimenea industrial, que se mantiene en uso para la fermentación. Igualmente, se encuentran a la vista tanto el modernísimo laboratorio de control de calidad como el taller de reparación de barricas, una tarea absolutamente artesanal.
Destilerías Arehucas es una firma que, literalmente, tiene raíces. Actualmente cultiva de forma ecológica tres hectáreas de caña en Arucas, a escasa distancia de la fábrica, y otras tres hectáreas en Pozo Izquierdo, en la vertiente sur de Gran Canaria.
Todo comienza en la caña y continúa con una pasión que comenzó a finales del siglo XIX y que tanto tiempo después permanece viva y desprende el mejor de los aromas.