Un estudio científico de la Universidad Jaime I de Castellón (España) ha demostrado que los adolescentes que siguen la Dieta Mediterránea obtienen un mayor rendimiento académico y ha concluido que en esta asociación influye, además, la calidad del sueño de los púberes

La investigación, publicada en la revista Acta Paediatrica, ha sido realizada por un equipo de investigación perteneciente a LIFE Research Group del departamento de Educación de la Universidad Jaime I de Castellón, liderado por Mireia Adelantado-Renau.

El estudio probó que la Dieta Mediterránea, que incluye el consumo frecuente de frutas, verduras, panes, legumbres, nueces y semillas, así como aceite de oliva como principal grasa, tiene efectos positivos en el rendimiento académico de los adolescentes. Los investigadores encontraron que este efecto positivo se ve facilitado por las mejoras en la calidad del sueño.

Adelantado-Renau y su grupo evaluaron la relación entre la adherencia a la Dieta Mediterránea y el rendimiento académico, y si el efecto de la dieta sobre el sueño cambió el rendimiento académico de 269 adolescentes (52% varones) de 13 años de media, que asistieron a 38 escuelas secundarias y clubes deportivos ubicados en Castellón, entre febrero y mayo de 2015.

El cumplimiento de la Dieta Mediterránea fue evaluado por el cuestionario Kidmed; la calidad del sueño se evaluó con la prueba del índice de calidad del sueño de Pittsburgh; y la duración del sueño se calculó objetivamente utilizando un acelerómetro de pulsera. Por último, el rendimiento académico fue evaluado a través de calificaciones finales y una prueba validada.

Los adolescentes que cumplieron con el patrón alimentario mediterráneo mostraron mejoras en la calidad del sueño, las habilidades del lenguaje, las materias básicas, la capacidad verbal y los promedios de calificaciones.

En la investigación se observó una asociación positiva entre la Dieta Mediterránea y la calidad del sueño, así como entre esta dieta y las calificaciones finales. Como consecuencia, la mejora en la calidad del sueño y la adherencia a la Dieta Mediterránea se asoció con mejores notas finales.

Según el estudio, la asociación entre la Dieta Mediterránea y el rendimiento académico podría estar relacionada con el papel clave que los patrones dietéticos y los nutrientes ejercen sobre el cerebro. El consumo de ácidos grasos poliinsaturados, abundantes en aceitunas, nueces y pescado, aumenta los niveles de factores neurotróficos derivados del cerebro, que estimulan el funcionamiento cognitivo.

Y esto, a su vez, puede mejorar el rendimiento académico.

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