Los talleres de la Universidad de Verano de Adeje exploraron la apreciación de los vinos canarios

El mundo del vino ha vuelto a la Universidad de Verano de Adeje mediante dos talleres que pretenden reivindicar las bondades del vino canario y presentar las peculiares características que han hecho que comiencen a ser muy apreciados en el extranjero. Curiosamente, parte de los consumidores locales se muestran aún renuentes a degustar este producto, por lo que se están impulsado desde varias instancias este tipo de actividades divulgativas que buscan mejorar su apreciación entre el público de la región.

El taller del pasado jueves 26 de julio, fue impartido por Juan García Socas, catador profesional y presidente del Aula del Vino de Gran Canaria, y Ricardo Aguasca Colomo, profesor de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. En él han dado una serie de nociones acerca de cómo se desarrolla una cata profesional y se han podido probar varias marcas de prácticamente todas las islas.

Como explicó García Socas, «la viticultura es una actividad muy arraigada en la agricultura, gastronomía y economía locales, por lo que hay que impulsarla y valorarla en su justa medida«. En referencia a los vinos canarios, recordó que «las peculiaridades de las islas hacen que los vinos producidos aquí sean especiales: el terruño, el suelo volcánico o los vientos Alisios son elementos que quedan reflejados, de un modo u otro, en el producto final y que son únicos«.

A eso hay que añadir la utilización de especies de uvas únicas en el mundo, ya que Canarias es un territorio que, gracias a la insularidad, se libró de la plaga de filoxera que asoló los viñedos europeos en el siglo XIX.

Los ponentes defendieron que el vino de Canarias no es que sea mejor o peor que el de cualquier otro lugar, sino que es “diferente”, y eso le ha hecho ser cada vez más apreciado por aficionados que buscan nuevos sabores y aromas que, al mismo tiempo, tengan una calidad y rigurosidad en su elaboración.

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