Sacar las mejores galas en Navidad no es nada extraño.

¿Quién no aprovecha estas Fiestas para poner esa mantelería que le regaló su abuela o la cubertería de la familia? Está claro que cuidamos hasta el más mínimo detalle, por lo que no es de extrañar que nos esforcemos para que la mesa donde vamos a cenar esté más que perfecta.

Está claro que cada uno decorará su mesa a su gusto, pero hay varios aspectos a tener en cuenta.

El protocolo para la mesa de Navidad, es más sencillo de lo que pensamos …

La iluminación puede ser nuestro mejor aliado en Navidad. Si se trata de una comida, es mucho mejor optar por luz natural. En caso de que sea una cena, intentemos que la iluminación sea cómoda, ni mucha ni poca, más bien natural. No es agradable comer sin ver lo que está en nuestro plato, al igual que no lo es teniendo una luz que nos de directamente en la cara. Las velas son perfectas para estas ocasiones y es un acierto usarlas, aunque no podemos despistarnos con la cera y debemos acompañarlas de una luz de techo agradable.

En cuanto a la mantelería, la sobriedad en este tipo de eventos suele ser la clave del éxito. Son preferibles los manteles de tonos lisos, sin muchos detalles ni adornos. De esta forma será más combinable el mantel con la vajilla, la cubertería y la cristalería que queramos utilizar y aportará armonía a nuestra vista.

Siguiendo en la misma línea de la sencillez, ha llegado el momento de hablar de los adornos. Basta que tengamos en mente la siguiente frase: “menos es más”. Cuidado con pasarse de adornar la mesa o el comedor en general, si está muy recargado puede resultar hasta incómodo.

Cuando hablamos de protocolo para la mesa de Navidad tampoco nos referimos a cómo deben sentarse los comensales. Son fiestas familiares y ese tipo de detalles los podemos pasar por alto, pues estamos en confianza. Lo que sí sería bueno es que cada comensal tenga su propio espacio, que estén separados entre ellos generosamente. No resulta agradable estar comiendo codo con codo con otra persona.

También es un buen momento para dejar de lado los teléfonos móviles. ¿Seremos capaces de pasar una noche sin estar enganchados a él? ¡Seguro que sí! ¡Te sorprenderás!

Y, finalmente, llega el momento navideño favorito de todos los que están sentados en la mesa, el postre. Los ansiados y deseados turrones y polvorones. Servirlos en el centro de la mesa, estratégicamente colocados a modo de decoración, pues así resulta más cómodo para todos y puede servir de adorno.

Y no me queda más que decir que sobre todo son fiestas que lo mejor es la compañía de los familiares y amigos, que hay que disfrutarlas al máximo, disfrutando de los que están y recordando los mejores momentos de los que no …

¡¡¡Felices Fiestas y próspero año!!!

Jesús Hernández Arteaga

Jesús Hernández Arteaga

Técnico Superior en Restauración

Profesor de Servicios de Restauración en el IES Jandía, Fuerteventura. Profesor  Técnico de Formación Profesional, Consejería de Educación del Gobierno de Canarias.

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