La cesta de la compra de un cliente LGTBI es hasta un 40% más premium si se compara con la cesta de un heterosexual, según el informe “Consumo con Orgullo” elaborado  por Nielsen, que revela también que estos consumidores destacan por incluir un 19% menos de productos de marca de la distribución y un 16% más de novedades

Además de sibarita, marquista y “early adopter”, este consumidor muestra un mix interesante de indulgencia, carácter deportista y estilo de vida activo. Y es que son habituales en su cesta de la compra bebidas alcohólicas de alta graduación, isotónicas y energéticas. E igualmente frecuentes son los preservativos, un 35% más que en la compra de un consumidor heterosexual.

Asimismo, no hay que olvidar que es muy tecnológico y exhaustivo en informarse de lo que va a comprar. En concreto, el colectivo homosexual compra un 11% más online que los heterosexuales, pero cuando se trata de hacer la compra la diferencia es mayor, un 39%. También es planificador pues al mismo tiempo, un 39% más tiende a informarse previamente de que comprará y a leer la información nutricional en las etiquetas.

Uno de los mitos que suele acompañar al colectivo LGTBI es su mayor propensión al culto al cuerpo. Y el informe parece confirmar esta idea, en tanto muestra una tendencia a ponerse a dieta para conseguir el cuerpo deseado. Y entre sus motivos, además de salud, hay también criterios estéticos y un intento de reducir el estrés del día a día, hasta un 40% más que el heterosexual en ambos casos.

Y en esta idea de cuidarse más y estar mejor con uno mismo, el deporte es el complemento perfecto. Eso sí, en sus hábitos deportivos hay ciertas diferencias con respecto a un heterosexual. Por un lado, prefieren los deportes individualistas (crossfit, natación, deportes de fuerza…) y están más al tanto de las tendencias, suelen pedir segundas opiniones y utilizan más aplicaciones móviles y pulseras tipo Fitbit.

Todo ello se manifiesta además en su interés en cuidar mucho su alimentaciónaunque con matices, ya que no hay diferencias con respecto al heterosexual en el consumo de productos bajos en grasa, en sal o en azúcar. Eso sí, hay varios imprescindibles en su cocina, sobre todo productos Bio, sin lactosa, enriquecidos (con calcio, omega3, etc.) y leches vegetales, que consumen entre 3 y 4 veces a la semana.

Según el director general de Nielsen Iberia, Gustavo Núñez, “España avanza a pasos agigantados en materia de integración y diversidad, pero todavía el consumidor LGTBI vive una realidad social algo diferente del hetero y en su día a día está expuesto a más discriminación, lo cual debe ser tenido en cuenta por parte de las marcas a la hora de acercarse y conocer sus demandas y necesidades. Sólo así podrán diseñar estrategias certeras”.

Salud y bebidas premium

En general, muestra una importante preocupación por la salud, lo que se traduce tanto en sus hábitos como en su consumo. Así, hacen más deporte que la media, por razones estéticas en el caso de los gays, y por reducir el estrés en el de las lesbianas.

Y compran más alimentos saludables, ya sean ecológicos, sin lactosa o gluten, leches vegetales o productos enriquecidos. Dentro de los hábitos saludables se encuentra también la compra de bebidas isotónicas. Su cesta de bebidas se completa con energéticas y con bebidas alcohólicas de alta graduación.

Patricia Daimiel, vicepresidenta del área de Innovación de Nielsen Europa, considera que las personas LGTBI son una gran oportunidad para aquellos fabricantes y distribuidores de productos de gran consumo que sepan conectar con ellos.

En general, denuncian una falta de comunicación dirigida al colectivo y muestran su predisposición a consumir productos de compañías que manifiesten abiertamente un espíritu inclusivo hacia este colectivo.

Según el estudio de Nielsen, el colectivo representa a un 10% de la población, siendo los bisexuales mayoritarios (un 45% del total), seguidos de lesbianas (19%) y gays (17%).

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