El Cabildo de Tenerife organiza el I Simposio ‘Viticultura en la Macaronesia’
La actividad, que tendrá lugar del 14 al 16 de junio, reunirá en Tenerife a expertos en la materia
El Cabildo, con la colaboración de la Universidad de La Laguna y la Fundación Alhóndiga, ha organizado el I Simposio ‘Viticultura en la Macaronesia’, que se desarrollará en la escuela Politécnica Superior de Ingeniería Agraria del 14 al 16 de junio. Esta actividad servirá para analizar el cambio de las condiciones climáticas que afecta a la fisiología del viñedo e intercambiar conocimientos y experiencias.
El consejero insular de Agricultura, Ganadería y Pesca, Jesús Morales, ha destacado que este simposio “pretende incentivar la transferencia de conocimiento entre las distintas islas que componen la Macaronesia y que comparten el paisaje como elemento común”.
El alcalde de Tacoronte y presidente de la Fundación Alhóndiga, Álvaro Dávila, ha recordado que esta institución lleva más de 30 años en funcionamiento con el objetivo de difundir la calidad del vino producido en las islas. “No hay que olvidar que la agricultura es la que logra mantener el paisaje de nuestras islas”, ha destacado el alcalde.
Por su parte, la directora adjunta de la Escuela Politécnica Superior de Ingeniería Agraria, Ángeles Camacho, ha subrayado que esta actividad brinda además la oportunidad de dar a conocer entre la sociedad la figura del ingeniero técnico agrícola, y también proporciona la ocasión de organizar un encuentro con sus homólogos de la Macaronesia.
Grandes especialistas
El simposio contará con la presencia de especialistas en la materia para reflexionar y diseñar las estrategias más adecuadas que permitan garantizar las cosechas y que éstas produzcan vinos de gran calidad.
Entre estos expertos figura el investigador brasileño Henrique Pessoa dos Santos, especialista en estos agrosistemas; Vicente Gómez-Miguel, conocedor de la evolución de estos viñedos en diferentes suelos; Santiago Perera, técnico del Cabildo de Tenerife experto en plagas y enfermedades; bodegueros de Lanzarote y Fogo, acostumbrados a sobreponerse al cambio climático, y el enólogo José Hidalgo Togores, capaz de incorporar los nuevos condicionantes que traen las uvas a las bodegas sin que merme la calidad del vino.
También se realizarán diferentes mesas redondas en las que participarán técnicos, viticultores y bodegueros para aportar su visión sobre las diferentes propuestas de análisis.
Compartir conocimientos
Jesús Morales ha recordado que el Cabildo de Tenerife ha impulsado varias iniciativas relacionadas con la viticultura en la Macaronesia, “una colaboración e intercambio mutuo de conocimientos que se ha desarrollado durante cinco años a través de los proyectos de cooperación Vitis y Enomac”.
Vitis, acrónimo de ‘Rescate, caracterización y optimización del potencial enológico de variedades tradicionales de vid de Canarias, Madeira y Cabo Verde’, inició la colaboración del Cabildo con Cabo Verde en materia vitivinícola. Este proyecto tuvo su continuación con Enomac, un ambicioso trabajo de I+D+i para desarrollar una iniciativa vitivinícola común más allá de las propias apuestas comerciales de las bodegas y con el denominador común de la búsqueda de la excelencia de los vinos.
La vid, presente en la zona macaronesica y con un pasado común en lo que a material vegetal se refiere, actúa como elemento cohesionador entre la actividad agraria y el medio ambiente al conservar el terreno, presentar requerimientos hídricos bajos y caracterizarse por un alto valor paisajístico. Además, la producción vitivinícola se ha convertido en una actividad que eleva la calidad de vida de las regiones rurales en las que se desarrolla.
Sin embargo, el viñedo es una especie vegetal cuyo comportamiento depende en gran medida de las condiciones agroclimáticas, que a su vez no solo inciden en el desarrollo fisiológico de la planta sino también en su relación con el suelo y con los seres vivos con los que interactúan.
Las modificaciones en factores como la temperatura, la pluviometría o la insolación -que aparentemente están afectando a toda la zona – obligan a replantearse el manejo del cultivo del viñedo para poder mantener los estándares de calidad que caracterizan a los vinos de la Macaronesia.