Si nos fijamos en la definición de esta palabra, podemos ver que tiene varios significados aunque en una encuesta, seguro que domina el gastronómico.
Una pasta de harina y azúcar en forma de cilindro y pasada por el sartén. También puede tratarse de una auténtica chapuza o dicho de otra forma, una cosa muy mal hecha, un auténtico desastre. Dicen que no hay dos sin tres y vemos cómo puede tratarse de una casualidad, un golpe de suerte o de un acierto inesperado.
Referido a la persona, significa guapa o atractiva. En lo sentimental, la pareja adopta el nombre de Churri y finalmente está el famoso e inoportuno churrete, considerado como una mancha. Cuando se dice que se fabrica algo como churros es que se hace en serie, con facilidad y sin mucho sacrificio.
Existen diferentes formas en la elaboración del churro, unos conocidos como argollas con diminutivo incluido y las famosas porras, conocidas con el adjetivo, grande. Debe quedar bien doradito, ya que de lo contrario se encuentra uno con masa cruda, todo producto de las prisas y una mala temperatura del aceite en donde se fríen. Hay quien los prefiere con azúcar por encima y como no, el rey es el chocolate. Se complementan perfectamente, así que como uno de los dos no esté bien cocinado, la merienda no tendrá el éxito deseado. El frío atrae a los churros con un buen chocolatito bien calentito para como se dice, entrar en calor. Los fines de semana, visita obligada para muchos, es ir a un mercado y antes o después hay que pasar por la churrería, además de admirar la elaboración de sus famosas ruedas de churros.
Se unen los encargos, que se transportan en el denominado cartucho. Si paseas, es normal encontrar a conocidos y tienen en común, los churros, que son testigos de la reunión. Todos opinan sobre ellos, están buenos, malos, peores, mejores, aceitosos o salados. Este procedimiento se debe hacer al tragar, después de comer con la boca cerrada y repaso de la boca con servilleta, señal de educación.
Churrerías hay muchas y cada uno puede hacer su selección particular dependiendo de sus gustos. En fin, podemos afirmar que los churros son parte importante de nuestra gastronomía, del día a día, haciendo felices a niños y no tan niños. Por esa razón en muchas ferias, parque de atracciones, ciudades y pueblos, tiene que existir un puesto de churros, sí o sí.
Bernardo Lozano Acuña
Escritor
Escritor, Conferenciante y Columnista de La Opinión de Tenerife