Hay que ver lo importante que es el postre para mucha gente.
Está claro que siempre han existido los golosos pero los hábitos de todos ellos, son dignos de estudio. Son capaces de recorrer grandes distancias por degustar un postre y durante el camino, se les va haciendo la boca agua. El tema de conversación durante el trayecto, sin duda, es un monólogo, el postre al que van a rendir honores.
Para gustos colores, y hasta el diabético tiene el suyo específico, con lo cual, se apunta sin dudarlo a la excursión. En las comidas es frecuente ver como algún comensal manifiesta nada más sentarse a la mesa, su intención de no comer mucho ya que su deseo es guardar un huequito para el postre. Es muy conocido el dicho de que a nadie le amarga un dulce pero en muchas ocasiones hay que contenerse por razones de salud y consejo médico. Pero claro, una cosa es la teoría y otra muy distinta la práctica.
Se presentan unas Natillas caseras con la rama de canela y la corteza del limón, un Bombón Gigante o el también denominado Príncipe Alberto con tropezones en su interior. El Tiramisú nos lleva a Italia y su bizcocho con el queso Mascarpone, hace las delicias de todo el que lo prueba. El famoso Arroz con leche, espesito y gustoso a ser posible, deja sin sentido a más de uno. Nos vamos a la isla bonita y encontramos un Bienmesabe con sus almendras y bien confeccionado, que no todo el mundo lo sabe hacer. El Flan casero tiene un lugar privilegiado, con o sin nata en su decoración, junto con el Quesillo, que se le parece, quizás son primos hermanos. El Gofio no podía faltar dándole vida a su conocido Mus. Saltamos a la isla del meridiano y nos encontramos con las famosas Quesadillas, individuales o familiares.
Hay postres selectos, entre ellos, el conocido Gato Moka, que lleva su trabajo. Los Plátanos escachados con mermelada de guayaba le han dado impulso a más de uno en su crecimiento. El surtido de Galletas variadas y los Rosquetes de diferentes clases y sabores, satisfacen a más de uno. El Bizcochón en una mesa, a falta de una cuña y un cuchillo junto a él, es la entrada a más de uno para su consumo.
Si todavía alguien no quiere optar por el postre, siempre tendrá la opción de un surtido de quesos variados.
Bernardo Lozano Acuña
Escritor
Escritor, Conferenciante y Columnista de La Opinión de Tenerife