Se anunció a lo grande este año desde la dirección de la guía roja que en España y Portugal habría lluvia de estrellas … Y aparentemente sólo ha sido un remojón.

Una estudiada estrategia de marketing ha marcado la edición 2017 de la guía en España y Portugal. El anuncio público previo de una extrema generosidad en la estelerización de España y Portugal y, coronando el discurso triunfalista, la afirmación de un nuevo tres estrellas en una ciudad que no sería ni Madrid ni Barcelona.

En la propia proclama subyacía, el lenguaje siempre traiciona, la racanería anterior, y, como se ha desvelado a posteriori, un sutil engaño con la capitalidad del flamante triestrellado. La cuestión era poner al país de pie y convertir la gala en un bombazo mediático. Así ha sido, desde luego.

Cierto que Lasarte siempre fue, desde su reinauguración, un firma candidato –es un restaurante sublime-; pero la sinuosa política comunicativa de la guía sugería otras opciones, por cierto tan válidas como la ganadora. La pregunta es: ¿por qué sólo un tres estrellas? ¿Y Àbac? ¿Y Sant Celoni? ¿Y Aponiente? ¿Y Atrio? ¿Y Les Cols? ¿Y Coque? ¿Y Miramar? ¿Y el MB? Y, ya es cansino … ¿Mugaritz?

Es obvio que la Michelin es la opinión privada de un puñado de inspectores que, como cualquier ser humano, tendrán preferencias o desafectos por todo tipo de condicionantes. Y afirmo esa obviedad dado el inexistente criterio objetivo que muestran no sólo en la propia península, sino en sus concesiones internacionales. Nada tiene que ver un puesto callejero de Singapur con Martin Berasategui, sin ir más lejos. Entonces, si de un tiempo a esta parte no existe una línea argumental clara –algo que sí hubo antes, y muy marcado, en la guía-, las estrellas caen bien por “manías” personales de los inspectores, bien por una política “central” con intereses ajenos y desconocidos, lo que nos lleva a la conclusión de que el tan manido argumento de la “neutralidad” profesional de la Michelin versus otras listas cae por su propio peso. Y esto no es ninguna crítica nuclear (pueden hacer lo que crean más conveniente), sino una certificación ontológica. En este contexto, pues, sería lógico pensar que las críticas a listas como 50 Best Restaurants carecen de fundamento real, puesto que siempre será preferible que voten 1.000 a que decidan unos cuantos que, como ya hemos visto, no (tampoco) se rigen por una reglamentación específica. Más personas, menos equivocaciones.

Así, creo que, desde la objetividad (si es que es posible) de un corpus culinario apabullante en España (incomprensible la ausencia de Canarias entre las novedades, por cierto) -algo que no sólo decimos los de aquí-, un año más la guía roja ha sido injusta y muy avara. Porque la justicia cierta de los nuevos estrellas, todos, no es suficiente. ¿Cuántos faltarían, de tres, dos y una, si observamos a vista de pájaro el planeta gastronómico? Muchos todavía … Pero ahí seguiremos …

Islas Canarias

Tenerife continúa siendo el único destino 5 Estrellas Michelín de Canarias. Este es el resultado para los restaurantes de la Isla en la gala de presentación de la Guía Michelin España y Portugal 2017, celebrada el pasado miércoles en Girona. Con gran esfuerzo y dedicación, nuestros laureados chefs siguen demostrando lo grande que son un año más manteniendo el brillo de su Estrella Michelín. Enhorabuena a Erlantz, a los Hermanos Padrón, a Tadashi y a Daniel porque si no es fácil llegar, mucho menos mantenerse en el olimpo culinario de la Guía Roja.

El dos Estrellas Michelín Erlantz Gorostiza Aguirre que no tardará mucho, por méritos propios, alcanzar una tercera estrella como su maestro Martín Berasategui, sigue al pie del cañón conquistando los paladares más exigentes. Este vasco amante de la cocina capitanea desde hace siete años el restaurante M.B en el hotel Ritz Carlton Abama, el mayor complejo hotelero de Europa. Es un enamorado de la materia prima de calidad y, a partir de ahí, construye con una indiscutible técnica culinaria, obras de arte preparadas para conquistar cualquiera de los sentidos. No en vano, el brillo de la Guía Roja siempre le ha acompañado.

Los Hermanos Padrón con su restaurante El Rincón de Juan Carlos y toda su familia han sabido defender a lo largo de este año esta exigente distinción con una oferta de gastronomía canaria que no deja de sorprender. Merecídisima la Estrella que sigue luciendo su cocina.

También el RestauranteJapones Kazan con Fran Relea Lleo, frente y su chef Tadashi Tagami siguen investigando, innovando y creando para ofrecer lo mejor a sus clientes, un compromiso que vuelve a premiar la Guía Roja con el mantenimiento de esa estrella que acredita su extraordinaria calidad.

Y Abama Kabuki con el jóven chef canario Daniel Franco siempre con la confianza de Ricardo Sanz que ha sido, uno de los chefs que más han contribuido a la evolución de la gastronomía en nuestro país e influido en nuestro panorama culinario.

Todos confíabamos en que este año Tenerife conquistaría una nueva estrella Michelín, Braulio Simancas tenía y tiene todos los méritos para estar desde ayer el firmamento de las Estrellas Michelín. No ha podido ser, pero su extraordinaria calidad y maestría es incuestionable. 

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