Los Millennials, son aquellas personas nacidas entre 1981 y 1995 (aproximadamente) que todas en conjunto, tienen unas características propias, es decir, tiene una personalidad. Sus edades van entre 15 y 29 años y son los hijos de la generación del Baby Boom.
El término Millennials viene dado debido a que son la generación que se hizo mayor de edad con la entrada del nuevo milenio. Los millennials nacieron en una época de prosperidad económica. Las familias prosperaban y los niños vivían en hogares seguros y confortables.
En España hay cerca de 8.153.428 personas nacidas baja la etiqueta de esta generación, según las últimas cifras del Instituto Nacional de Estadística. Y hay un poco más de 1.700 millones en todo el mundo. Solamente en Estados Unidos hay entre 79 y 80 millones de millennials.
En los últimos años se está produciendo una tendencia llamativa en EE.UU. El consumo de vino se incrementa y la edad media de los consumidores ha empezado a bajar. Son los millenials, que han descubierto el vino y se lo están bebiendo.
Esta tendencia se recoge en el último informe del Wine Market Council (WMC), una asociación sin ánimo de lucro formada por viticultores, productores de vino, importadores, mayoristas y minoristas que realizan estudios de consumo en el mercado estadounidense con el objetivo de mantener y fortalecer la industria del vino.
El último de ellos destaca que la generación del milenio consumió en 2015 el 42% de todo el vino de Estados Unidos. Una cifra sorprendente al compararla con los datos de otros países y al conocer que casi la mitad del consumo procede de estos jóvenes.
¿Será que los jóvenes norteamericanos empiezan a valorar más el vino que otro tipo de bebidas?
Pues eso parece. Según las conclusiones del informe elaborado por el WMC, los jóvenes estadounidenses de edades comprendidas entre los 21 y 38 años, los llamados ‘millenials’, están bebiendo más: 3,1 copas, en comparación con las 2,4 copas de la Generación X (el grupo de personas entre los 39 y 50 años), o los Baby Boomers (aquellos entre los 51 y 69 años).
Las últimas cifras de consumo nos hacen ser optimistas sobre el futuro del vino en EE.UU. Los jóvenes americanos están volviendo a disfrutar del mismo placer del que disfrutaron sus padres y generaciones anteriores: un buen vino.