Mindful Eating, Coaching Gastronómico, asesores y monitores que nos explicarán cómo tener una alimentación completa y saludable y no sólo eso, también nos dirán lo mal que lo venimos haciendo hasta ahora con la comida y por ende con nuestro entorno directo. Los productos Km.0 , artesanos, manufacturados, ecológicos, respetuosos con el medio ambiente y el comercio justo, juegan un papel preponderante en la alimentación consciente. Pues no hace rato que el Padre Báez lo viene diciendo, que íbamos a comer pinocha y leche de tabaiba…

¿Acaso no es el vino un producto susceptible de todo ese proceso natural y respetuoso? Muchos sí lo son, ya lo eran antes de la invasión de anglicismos que los prentenden emergentes y novedosos.

Salud. El mayor antioxidante conocido, el resveratrol, se encuentra en la vitis vinífera; el vino se convierte pues en el alimento procesado más rico en este compuesto al que se le atribuyen cualidades anti envejecimiento y capacidades venotónicas, vasodilatadoras, fluidificantes y estimulantes, ¿qué puede fallar?

El alcohol. El alcohol producto de la fermentación de los azúcares de la uva convierten a éste en un producto, a todas luces aparentemente saludable, que nos alegra la vida y da coraje a nuestro corazón, que induce a la poesía y al amor, en un alimento con un valor tóxico. Sí amigos, el alcohol es un tóxico y como tal, el organismo debe trabajar extra para eliminarlo y eso no es nada zen, ni energía positiva, ni feng shui ni en definitiva bueno para nosotros y nuestros órganos nos pongamos como nos pongamos, aunque nos tonifica y da alegría, que puestos a eso bien tóxico es levantarse los lunes, los atascos, la polución y el estrés de no llegar a fin de mes y eso sí que no nos hace reír, ni empatizar, ni alegra un tenderete ni nada…

He consultado con muchos amigos que se han pasado a esta aventura de comer pensando y seamos honestos, algunos de ellos lo son de pro, pero otros lo son porque los son sus amigos, sus parejas o por el sentido de pertenencia a una corriente a todas luces ética, que es más correcta con tu organismo y tu alrededor, ¿pero hasta que punto se puede sentir uno un vegano traidor? (suena Betrayal & Desolation) Acercarse a una estantería y comprar “Tofu estilo pollo” ¿perdona? ¿acaso no te gusta suficientemente el tofu que necesitas que tu subconsciente lo asimile al pollo pero tu conciencia no se resienta porque no es pollo de verdad? ¿es que no está el tofu ricoooo? ¿ o no quieres admitir que no estás desvinculado del todo de la alimentación tradicional y el supermercado lo sabe, el supermercado sabe que “estilo pollo o estilo ternera” suena a comida de gato, a estafa vegetariana, a vegano de mentirijillas que añora el pollo, suena a sacrificio, a que el tofu no mola nada, a que es una proteína con pinta de porexpan y todos lo sabemos, que no está bueno ni siquiera regado con un vino tradicional y respetuoso con la tierra y el entorno. Claro, como no es un trémulo filete sangrante parte de un animal, sirve para todos y no ofende a nadie, salvo a tu paladar.

Eso también ofende, ofende a las personas que por convicción eligen una filosofía vital que excluye los químicos y los derivados animales.

¿Seguro que queremos tanta asesoría gastronómica? ¿Seguro que es serio que la foto de un filete crudo acumule tantos odios? ¿Son todas las granjas y ganaderías más terroríficas que “Los Chicos del Maíz”? ¿ Será posible que comparemos a un lechero con un proxeneta de vacas?

¿Es serio ningunear a quien elige la alimentación consciente en lugar de aceptar que es ésta una corriente imparable cada día con más adeptos y que el mundo enogastronómico no puede ni debe obviarlos, sino incluirlos como un sector emergente de potenciales compradores?

Por mi parte digo no a los prejuicios, no al coaching gastronómico, que cada uno coma lo que le satisfaga y ponga a tono apechugando con las consecuencias . Digo sí a la información, a la no manipulación, a la toma de conciencia del mercado y la no sobre explotación animal y alimentaria.

Yo le digo sí al vino para todos, bien cuidado, bien concebido y tratado.

Mi más sincero agradecimiento a Sandra Crespo Iglesias, responsable del área de Dietética y Nutrición de la Clínica Santa Catalina y Naturópata y a todos los amigos veganos vegetarianos a los que he consultado sin pudor todas mis dudas.

(*imagen: Carne Trémula – Israel Sastre)

Sara González Martín

Sara González Martín

Sumiller y T. Superior en Enología y Maridaje

Sumiller, Técnico Superior en Enología, Maridaje, Comercio y Marketing así como Docente de Sumillería de HECANSA en la Escuela Superior de Hostelería y Turismo de Santa Brígida en Gran Canaria.

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