Con la llegada de este período vacacional, si el tiempo acompaña, tomar el sol se convierte en una práctica habitual para muchas personas. Como cualquier otra actividad, esta práctica puede ser beneficiosa para la salud y el ocio o puede convertirse en un foco importante de problemas para el cuerpo. Según todos los expertos, tomar el sol debe hacerse con sumo cuidado dado lo peligroso que pueden llegar a ser los rayos UVA para nuestro organismo.
¿Qué beneficios nos trae la exposición solar?
Los beneficios de tomar el sol, con ciertas precauciones que veremos después, son bien conocidos:
- Es una actividad inmejorable para evitar el estrés, para relajarse.
- Aumenta los niveles de vitamina D en la sangre, lo que previene las fracturas en las personas mayores (previene la osteoporosis) y el raquitismo en los niños.
- Reduce la incidencia de ciertas enfermedades mentales
- Puede beneficiar a personas que padecen ciertas enfermedades de la piel, como la soriasis, vitíligo, eccemas… En caso de duda, es mejor consultar con el especialista.
¿Cuáles son los riesgos o peligros de una exposición inadecuada al sol?
Una exposición al sol sin las debidas precauciones puede perjudicarnos gravemente:
- Produce manchas y arrugas en la piel, siendo un factor importante en el envejecimiento de la piel.
- Los rayos ultravioleta del sol son un factor de riesgo para el cáncer de piel.
- Puede producir problemas en la vista, como cataratas.
- Es frecuente la aparición de quemaduras, irritación y maltrato de la epidermis.
¿Qué consejos podría darnos para una adecuada exposición al sol?
Lo primero de todo es conocer qué tipo de piel tenemos (blanca, oscura…). De esta forma la protección se ajustará al nivel de tolerancia de nuestra piel frente al efecto negativo del sol. Preguntando a nuestro médico o en la farmacia de nuestro barrio podremos conocer qué tipo de piel tenemos y el factor de protección a utilizar.
Debemos saber que los primeros 3 ó 4 días no se debe tomar el sol directamente durante más de 15 minutos. Se aumentará progresivamente el tiempo de exposición al sol, pero sin sobrepasar las 2 horas seguidas. Aproximadamente a los diez días de exposición progresiva nuestra piel estará preparada para recibir los baños de sol. Recordar que debemos evitar tomar el sol entre las 12 y las 16 horas y debe utilizarse en todos los casos una crema protectora con el factor adecuado para nuestra piel.
¿Cómo debemos usar el protector solar? ¿Hay alguna precaución adicional que debamos tomar?
- Es importante aplicarlo media hora antes de empezar a tomar el sol.
- Renovar la protección solar cada vez que se salga del agua
- Después de una jornada de sol, tomar un baño, secarse bien y aplicarse crema hidratante.
- Protegerse los labios con protección específica y los ojos con gafas de sol homologadas.
- Hacer uso de un gorro puede prevenir quemaduras en la cabeza y malestares posteriores.
- Especial precaución con los niños: no exponer en absoluto a los menores de seis meses, y usar fotoprotección elevada en los mayores, evitando la exposición directa durante mucho tiempo en todos los casos.
- Recordar estos consejos para todas las exposiciones al sol, no solo en la playa sino en la ciudad, en la montaña, cuando vamos de excursión… etc.
¿En este tiempo de ocio, donde en esta época del año, además tiende a hacer más calor, hay que preocuparse por mantener una correcta hidratación?
Por supuesto, mantener una correcta hidratación siempre es importante, ya que contribuye al correcto funcionamiento de nuestro organismo. Un adulto sedentario, en un ambiente sin exceso de calor y humedad, requiere entre unos dos litros y medio y tres litros de agua al día, que obtiene de tres fuentes: del líquido que ingiere (alrededor de 1500 – 2000 ml), de los alimentos que consume (aproximadamente 1200 ml), y del que produce dentro del organismo como consecuencia del metabolismo, que equivale a cerca de 350 mililitros. Las frutas y vegetales son los alimentos que más agua contienen. El niño debe beber una cantidad diaria adecuada de agua, que oscila entre 600 ml en el primer año de vida y 1800 a 2500 ml en la adolescencia.
¿Qué beneficios nos comporta un adecuado consumo de agua?
Ciertamente son muchos, y aquí enumeramos los más relevantes
- Una buena hidratación hace posible el buen funcionamiento de todas las células (nerviosas, del corazón, del riñón, hígado, músculo, piel…).
- El agua es el medio necesario para todas las reacciones del organismo y donde se diluyen todos los líquidos corporales (sangre, secreciones digestivas, orina, etc.)
- Es esencial para la digestión y la absorción de los nutrientes de los alimentos y la eliminación de los productos de desecho.
- Desempeña un papel fundamental en el sistema circulatorio. Ayuda al transporte de los nutrientes y todas las sustancias orgánicas.
- Colabora en el mantenimiento de la temperatura corporal, mediante la evaporación por la piel.
- Los riñones funcionan mejor, producen más cantidad de orina y más clara, limpian la sangre de sustancias de desecho (toxinas) y las eliminan con mayor facilidad.
- Existe menor riesgo de que se produzcan cálculos renales e infecciones de orina y respiratorias.
- Previene o mejora el estreñimiento.
- Ayuda a depurarnos y limpiar el organismo de toxinas.
- El agua es vehículo de sales minerales (calcio, magnesio, flúor, hierro…) que el organismo precisa para su buen funcionamiento.
¿Es cierto que los zumos o líquidos en general compensan que se beba menos agua?
Ciertamente, el agua es un componente principal de algunos alimentos y bebidas que consumimos diariamente, los cuales pueden ayudar a completar al aporte hídrico diario recomendado. En este sentido, podemos decir, en el caso de las bebidas (zumos, infusiones…) que no deben sustituir completamente al agua, y que se deben preferir siempre las bebidas naturales, tales como zumos de fruta recién exprimidos, zumos de verduras, caldos o infusiones de plantas, y que además se debe evitar el consumo de refrescos (que en muchos casos contienen grandes cantidades de azúcar y/o aditivos), aguas carbonatadas o con gas, y bebidas alcohólicas de alta graduación.

Alejandro Silvera
Nutricionista
Especialista en Nutrición y Bromatología, Licenciado en Farmacia, Docente Colaborador en la ULL y responsable del Departamento de Nutrición de una gran empresa alimentaria del Archipiélago.