Una pregunta que seguramente nos habremos hecho en más de una ocasión es, ¿y por qué no me lo ofrecen? Esto se podría aplicar a muchas cosas que tenemos aquí y que por un motivo u otro no lo hacen. Pero la pregunta va dirigida a un producto en concreto, el vino.
Causa extrañeza que nuestros restaurantes, en un alto porcentaje, sean del tipo que sea no nos ofrezcan de entrada el vino de aquí, el vino de Canarias.
Cuantos de nosotros hemos ido de viaje a la Península y nos encontramos que cuando nos sentamos a la mesa, tenemos delante una botella de vino de la zona o de la región. Cuesta entender y mucho más encontrarnos con que en un restaurante de Galicia el primer vino que ofrezcan no sea un Ribeiro o un Albariño. Si nos vamos hacia Álava o la propia Comunidad Autónoma de la Rioja es obvio que nos ofrecerán de primeras un rioja. Lo mismo nos ocurrirá cuando vamos a las distintas zonas de Francia, Italia o Alemania… ¿un vino francés en el Rin? No lo creo.
Y entonces, ¿porque aquí no somos capaces de ofrecer lo que tenemos y además nos distingue? No aspiro a que solo tengan vino de cualquiera de nuestras denominaciones de origen en los restaurantes, eso no sería bueno ni para el negocio ni para la propia competencia que tan sana es siempre. ¿Pero porque cuando vamos a un restaurante nos encontramos en la mesa una botella, de vinos de Rioja, Penedés o de Italia?
Un ejemplo rotundo es el de las pizzerías, no solo ofrecen vino italiano, sino que el agua embotellada también lo es de ese país. Y esto me causa, al menos a mí, una sana envidia. Seguramente la respuesta a todas estas preguntas es que es más barato. Pero, ¿no debería ser el cliente el que decida si es caro o barato? ¿No debería ser el cliente el que decida en base a la oferta que recibe? Yo creo que sí.
Hace unas semanas vi en los medios la penúltima iniciativa de las Administraciones, en este caso concreto del Gobierno de Canarias promoviendo el consumo de los productos canarios en los hoteles, y eso es positivo y más que loable. Pero una vez más las miradas se dirigen solo hacia los hoteles, y no, al menos yo no lo he visto, hacia todos esos cientos o miles de restaurantes que afortunadamente tenemos en nuestra tierra. Por algo se empieza. Pero el cliente no solo come en los hoteles, también lo hace fuera de ellos.
Proyectos como este ha habido también en el pasado cercano y lejano, y no termina de calar la consciencia de que tenemos unos productos singulares, de calidad, diferentes en sus atributos, que estoy convencido que una vez probados convencen sin grandes esfuerzos. El turista, el cliente, a fin de cuentas, quiere experiencias distintas, esta ávido de conocer y debemos hacer esfuerzos en este sentido. Por eso espero que esta nueva iniciativa tenga mucho éxito, no solo por el bien de nuestros viticultores, sino también por la experiencia y satisfacción de nuestros turistas.
Ricardo Fernández de La Puente
Consejero Corporativo en Gowaii Corp.
Licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales, cuenta con una amplia experiencia en el sector turístico tanto en el ámbito privado como en la gestión pública desde el Gobierno de Canarias donde ha sido hasta la pasada Legislatura Viceconsejero de Turismo. Ha estado ligado en la última década a cargos institucionales empresariales como la CEOE- Tenerife, la Confederación Española de Hoteles y Establecimientos Turísticos CEHAT o el Consejo Económico y Social de Canarias.